Nuestro cuerpo contiene billones de bacterias inofensivas conocidas como microbiota que viven juntas en nuestro tracto gastrointestinal (GI). La mayoría tienen un efecto positivo en nuestra salud y contribuyen a los procesos naturales del cuerpo. Si esta bacteria se desequilibra, conduce a la disbiosis, que tiene un efecto en cadena para nuestra salud.
La disbiosis tiene muchos síntomas dependiendo de qué bacteria se vea afectada y dónde ocurre el desequilibrio en el GI. Algunos de los más comunes incluyen diarrea, hinchazón y dolor abdominal, estreñimiento, gases excesivos, náuseas, fatiga y halitosis.
Otros factores asociados con la disbiosis son la dieta y el estilo de vida. Salir de fiesta y comer comida rápida dañará tu intestino, mientras que una dieta saludable y el ejercicio regular lo ayudarán.
La sensibilidad a los alimentos al gluten, azúcar, huevos, soja, maíz, nueces y lácteos, entre otros, son algunas de las principales causas de la disbiosis, esto es diferente a las alergias alimentarias con síntomas que ocurren incluso después de unos días.
La disbiosis también puede ser la causa principal de trastornos aparentemente no relacionados, como el desequilibrio hormonal, enfermedades autoinmunes, dolores y molestias en las articulaciones, peso y trastornos inflamatorios.
La clave para sus problemas de salud podría ser tan simple como hacerse un análisis de sangre para verificar la sensibilidad a los alimentos o una prueba de heces para verificar el desequilibrio de las bacterias en el intestino. [:]